Las fuerzas armadas pueden separar (discharge) por otras designadas afecciones físicas y mentales a aquellos miembros que padecen afecciones por las cuales no tienen derecho a una separación por discapacidad pero que posiblemente pueden afectar al desempeño de su misión o función. Trastornos de personalidad son los motivos más comunes para una separación por otras designadas afecciones físicas y mentales (ODPMC). Entre los motivos para dicha separación, además de trastornos de personalidad, se encuentran: mareo (en los viajes por mar o en avión), enuresis nocturnal, sonambulismo, ciertas alergias, pesadillas graves, tartamudez grave, obesidad y estatura excesiva.
Piensa en solicitar una separación por ODPMC si experimentas angustia emocional, si tienes dificultades para hacer frente a la vida militar o si no puedes comportarte y pensar de la manera que a ti te gustaría. Aunque los trastornos de personalidad son bastante complejos y sólo un psiquiatra o psicólogo puede hacer diagnósticos auténticos, gente profana en psicología puede identificar los síntomas comunes y ayudar a determinar si se merece una evaluación psiquiátrica. Entre los síntomas comunes de algunos trastornos de personalidad se encuentran sentirse deprimido, indefenso o fuera de control, tener dificultades para dormir, para hacer frente al trabajo o para llevarse bien con los otros o pensar de vez en cuando en suicidarse.
Para que un trastorno de personalidad sea motivo para una separación, es necesario que “un diagnóstico hecho por un psiquiatra o psicólogo… llegue a la conclusión de que el trastorno es tan grave que afecta considerablemente a la habilidad del miembro de funcionar de manera eficaz dentro del ambiente militar”.
Esta separación es iniciada por el mando, lo que significa que no hay trámites para solicitarla y no tienes derecho a ella. No es fácil obtenerla pronto y los procedimientos pueden ser complicados. El objetivo de las normas sobre separaciones es facilitar que los mandos controlen sus tropas para mantener bien el orden y la disciplina. Tienes que persuadir al mando de que se merece una separación y que les conviene a las fuerzas armadas otorgarla. Llámanos a la línea directa para los derechos de los militares (GI Rights Hotline) para pedir ayuda.
Las normas les dejan a los mandos mucho criterio y las mínimas pautas para decidir si una separación es apropiada. Las políticas varían de mando a mando (incluso dentro de la misma base) y el mando las puede cambiar sin aviso. Normalmente las fuerzas armadas no separarán a un miembro si su afección es de corto plazo y tratable. Los desórdenes comunes conocidos como desórdenes de adaptación no son calificados, menos por el Air Force, de una duración lo suficientemente larga para justificar una separación.