Todo el mundo tiene una conciencia. Pocos tienen tantos problemas con su conciencia como los miembros de las fuerzas armadas, especialmente aquellos que están en el campo de batalla. Los consejeros de la Línea directa hablan todos los días con militares que cuestionan la moralidad de las órdenes que reciben o las funciones que son obligados a desempeñar.
Si usted es uno de aquellos, no se equivocó en buscarnos. Debe saber que no está sólo. La verdad es que cada año cientos de militares solicitan ser calificados de objetor de conciencia (CO). Nunca había guerras sin objetores de conciencia.